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¿SON LOS VIDEOJUEGOS LA RESPUESTA AL ABURRIMIENTO PARA NUESTROS HIJOS?

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en

Marifer Calderón 
Asesoría en educación y crianza

www.marifercalderon.com

A lo largo de la pandemia, muchos padres han encontrado en las pantallas el entretenimiento ideal para los hijos.  Argumentando que no pueden salir, que viven en lugares pequeños, que no pueden ver a los amigos, que son hijos únicos y no tienen otra cosa que hacer, que si no juegan videojuegos empiezan a pelear con los hermanos, que ellos tienen que trabajar y no pueden atenderlos las 24 horas…

Probablemente sí, los niños pueden pasar horas entretenidos, pero esta manera de “matar el tiempo” no es la más saludable, menos ahora que las clases son en línea y los niños pasan más tiempo frente a las pantallas.

Empecemos por dejar claro que “estar entretenidos” no es sinónimo de jugar, y nuestros hijos necesitan jugar no sólo para descansar, sabemos que es a través del juego como aprenden del mundo que les rodea. 

El juego verdadero es una actividad lúdica en la que el niño o adolescente se involucra de manera natural explorando a partir de su propia curiosidad.  Surge de manera espontánea y requiere el uso de la imaginación, no hay un objetivo en particular y se va desarrollando de acuerdo a cómo van surgiendo sus ideas.   También es un espacio de expresión, en donde se puede liberar todo lo que el niño o adolescente lleva dentro: ideas, pensamientos, emociones, frustraciones, miedos, alegrías… y no hay repercusiones, es un espacio seguro libre de consecuencias reales por lo que se puede repetir una y otra vez. 

La mayoría de los videojuegos son actividades que ponen al niño o adolescente a trabajar para lograr una meta, necesitan seguir ciertas instrucciones para alcanzar un resultado específico.  No se requiere de su creatividad, ofrece pocos espacios para experimentar pues si se equivoca pierde.  Este tipo de actividades no permiten que su cerebro descanse, al contrario, lo estresa más pues está demasiado preocupado por cumplir una tarea o alcanzar el éxito, deja de disfrutar la actividad para dirigirse a un resultado determinado.

Por otro lado, las neurociencias nos explican cómo el abuso del uso de videojuegos genera en el cerebro la misma sensación que el consumo de algunas drogas, ante una gratificación se segrega un neurotransmisor considerado como el principal centro de placer del cerebro, la dopamina que hace que se aumente la presión cardíaca para producir una sensación física de placer, el cuerpo quiere seguir sintiendo eso y aumenta la motivación y el deseo por conseguirla.  Así, el niño o adolescente ya no sólo ocupan el tiempo libre para jugar, sino que ahora se vuelve una prioridad anteponiéndolo sobre cualquier otra, como puede ser una cena familiar, hacer la tarea o respetar la hora de ir a dormir.   Lo que también influye en su estado de ánimo.

Con lo anterior, entendemos que como padres, deberíamos buscar otras alternativas para “entretener” a los hijos, o más que eso: no deberíamos esforzaros tanto por cubrir sus agendas con clases extra-escolares, juguetes, actividades sociales o comida.  Deberíamos permitir que nuestros hijos se aburran. 

Sí, aburrirse tiene un gran valor en niños y adolescentes quienes están en un proceso de individuación.  Al cubrir el aburrimiento con estímulos externos, estamos evitando que nuestros hijos logren contactar con su interior, para conocer sus propios gustos e intereses, conociéndolos, podrán ser más creativos, se atreverán a explorar nuevos territorios y poco a poco definirán sus propios límites, así, estará en el camino de convertirse en seres autónomos e independientes.

Los niños necesitan momentos de tiempo libre, sin prisas, sin itinerarios, sin actividades estructuradas, necesitan espacios de recreación.

Una sugerencia para estos días de confinamiento es tener en casa diferentes recursos para que los hijos puedan tener acceso a ellos cuando se sientan aburridos y así empiecen a explorar materiales, encontrar su pasión y crear algo nuevo.  Por ejemplo, podemos tener material de arte un lienzo, pinturas y pinceles, para expresarse a través de la pintura.  Tal vez le llama la atención la repostería, ¿qué tal comprar moldes para cupcakes o cortadores de galletas con distintas figuras? Comprar nueces y chispas de chocolate para decorarlas.  Si tenemos hijos deportistas, nunca esta de más un balón o una manopla, pueden salir al jardín o estacionamiento a jugar un rato.  Tal vez tener estambres y agujas para tejer, o cuentas para hacer pulseras.  Invitarlos a escribir un diario o leer un buen libro.  Tocar un instrumento, aprender un idioma o simplemente descansar. 

Para que un niño o un adolescente pueda ir encontrando sus gustos e intereses, necesita espacios para crear y experimentar.