ESTIMULOS Y BUENA ENSEÑANZA

Es un hecho que a medida que crece un pequeño va adquiriendo capacidad para realizar acciones y tareas cada vez más complejas.  Todos los aspectos del desarrollo de un niño dependen fundamentalmente de su maduración psicofísica.  Unos son consecuencia directa de la madurez que dan lo días y años de vida, como la capacidad de caminar o de hablar; otros sólo se manifiestan si el ambiente ofrece condiciones para ello, como la capacidad de aprender o de leer.  Los estímulos adecuados y la buena enseñanza son, sin lugar a duda, la base fundamental para el desarrollo del pequeño.  Con ellos el niño modifica comportamiento y educación por su propio esfuerzo.  Así va desarrollándose académicamente y adaptándose a la vida de su comunidad.

En el mes de mayo, va nuestro reconocimiento a las madres y a los maestros en la escuela por su trascendente participación en la formación integral del niño.