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A Considerar

¿Somos claros con lo que pedimos?

Publicado

en

Mario Cardeña
Coach Ontológico

Ser efectivos en lo que pedimos requiere tomar en cuenta diversos factores, que si están presentes podemos obtener como resultado una buena relación con la otra persona, a la vez que obtenemos lo que estamos pidiendo.

Si bien depende que la otra persona acepte lo que pedimos, el ser efectivos en una petición que hacemos, depende en un gran porcentaje que tan efectivos somos en hacerlo.

Aquí algunos puntos a considerar al hacer una petición:

El momento es importante

Los seres humanos somos seres emocionales y nuestro estado de ánimo influye en nuestras acciones. Cuando estamos pidiendo algo hay que tener en cuenta que mi estado de ánimo y el de la otra persona están en juego, y que el momento es importante para efectuar la petición. Si yo quiero pedir algo a alguien y en ese momento el estado emocional de la otra persona no es el adecuado muy probablemente no seré efectivo en mi petición. Ejemplo, una persona ya tiene prisa por llegar al trabajo porque está retrasada y yo quiero entablar una petición que me tomará unos minutos en explicarle lo que necesito y le solicito, posiblemente no ponga atención en lo que le digo y me dé una respuesta precipitada a lo que estoy pidiendo, ya que tiene prisa y probablemente esté estresada.

Ser concretos

Una petición concreta se reduce a expresar un contexto de qué quiero y/o por qué lo necesito, y establecer claramente qué requiero que haga la otra persona y en qué tiempo; en resumen qué, quién y cuándo.

Si alguno de estos elementos están ausentes, muy probablemente mi petición no va a ser efectiva, aún cuando reciba un sí al respecto, ya que el riesgo que no se lleve a cabo la acción pedida es alta, ya que uno de estos elementos está faltando. Un ejemplo es si pido a una persona que pase por mí mañana en la mañana, y si no es claro a qué hora, probablemente pasará esta persona a la hora que le sea posible, el elemento cuándo ha faltado a pesar de que el qué y quién estén presentes.

Distinguir entre ayuda y un deber

Hay una diferencia entre pedir una ayuda y pedir que haga algo alguien que le toca hacer.

En una petición solicitando una ayuda, cabe la posibilidad que la persona me diga no, ya que en el fondo no hay un deber de realizar la petición, sino que está implícita una decisión si decide ayudar o no; un ejemplo sería: si a un amigo le pido prestado 100 pesos para pagárselos al final del próximo mes, esto es una ayuda, ya que no tiene un deber de darme 100 pesos, por lo que estará en él la decisión de decirme sí o no.

Una petición a alguien que forma parte de su deber, no es una ayuda o favor, aún cuando usemos la palabra por favor como cortesía del idioma al pedir, sino que forma parte de su compromiso a realizar algo; un ejemplo sería decir a un hijo, por favor recoge tus zapatos y guárdalos en el closet antes de acostarte; ya que hay un compromiso permanente de él a mantener en orden sus cosas en su cuarto, como parte sus obligaciones en casa.

El pedir es un arte

No hay recetas mágicas para ser efectivos en las peticiones que hacemos, ya que el estado emocional y el contexto están en juego cuando realizamos alguna petición. Se requiere habilidad y destreza para hacer peticiones efectivas; lo que nos funciona con una persona no necesariamente nos funcionará con otras. Sin embargo, el practicar y sobre todo estar conscientes de la manera que pedimos y los resultados al respecto, nos ayudarán a ir mejorando y siendo más efectivos en nuestra manera de pedir.

No olvidar los tres elementos que deben estar presentes y claros en la petición: qué, quién y cuándo.

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