La estación del año durante la cual la naturaleza renace y se llena de vida después del frío invierno, en el que los animales y las plantas parecieran aislarse del mundo exterior para tomar un largo descanso de tres meses. Es al final de éste cuando hace su aparición la primavera, cargada de entusiasmo y alegría, rodeada no solamente de todos los seres que permanecieron sumidos en un letargo, sino de un sinnúmero de nuevas vidas. Es el momento en que todo nuestro entorno se renueva.
Si la naturaleza es tan sabia, valdría la pena tomar su ejemplo y aprovechar la llegada de esta estación del año para hacer a un lado todo aquello que nos hace vivir literalmente aletargados, ensimismados y sin voltear a ver lo que realmente vale la pena. Hay que retomar todo aquello que nos alimenta el espíritu, transmitírselo a nuestros hijos y lanzarnos de nuevo a vivir tan empapados de optimismo y positivismo, como nos sea posible. Debemos reinventarnos. Hay que esforzarnos por actuar con entusiasmo, ya que seguramente esta primavera nos traerá satisfacciones y un futuro lleno de esperanza.
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