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Mi hijo no tiene amigos…

Una de las preocupaciones comunes que escuchamos en los papás y mamás de niños y adolescentes es que sus hijos o hijas “no tienen amigos”.

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Y no solo es una preocupación de los padres, sino también en la escuela, en dónde muchas veces los maestros reportan la falta de amigos de alguno de sus alumnos.

 El problema es que como en muchos otros temas relacionados con el desarrollo, no hay respuestas buenas o malas, todo depende del contexto, de la etapa de desarrollo y sobretodo de las circunstancias particulares de cada niño o niña. Se necesita tener una perspectiva más amplia para poder decidir si es algo que nos debe preocupar, o simplemente ocupar. Algunas de las preguntas que nos podríamos hacer:

  • ¿A qué nos referimos específicamente con “no tiene amigos”?
  • ¿Cuántos son muchos o pocos amigos?
  • ¿No tiene amigos en la escuela, pero si tiene amigos en el vecindario? O viceversa 
  • ¿Se lleva bien con sus hermanos, primos, sobrinos, tíos?
  • ¿Siempre ha tenido muchos amigos y por alguna circunstancia esto cambió? O ¿Siempre ha sido más bien reservado, con pocas relaciones sociales?
  • ¿Le preocupa al niño o niña el hecho de no tener amigos?
  • ¿La ansiedad por la falta de amistades es del niño o niña, o es de los padres o maestros?
  • ¿Tener pocos amigos en general es un tema que afecta otras partes de su desarrollo?
  • ¿Tiene pocos amigos, pero puede relacionarse cordial y sanamente con otros niños o adultos, aunque no forme muchas amistades cercanas?
  • ¿Proviene de una familia que naturalmente tiene muchas amistades, o es una familia más bien reservada con poco contacto social?
  • ¿La familia es grande? ¿Conviven con una gran cantidad de hermanos, primos, tíos, sobrinos, abuelos?

            Como verán, estas son solo algunas preguntas que nos podríamos hacer para descifrar si estamos ante un asunto que nos deba de preocupar o por el contrario, tal vez solo requiera de nuestra atención y acompañamiento. Los niños y adolescentes se benefician de tener relaciones de amistad sanas con otros pares, pero no debemos olvidar que las relaciones que mayor beneficio tienen y que les ayudan para su desarrollo sano y maduración, son con los adultos que están a cargo de ellos. Entre mejor y mas profunda relación tenga el niño o niña con los adultos cercanos en su vida (padres, abuelos, maestros, cuidadores), mayor espacio tendrá para mover sus emociones de una forma segura y protegida, ayudados primero con la co-regulación y eventualmente con la auto regulación de sus emociones. Y este movimiento emocional, ayudará al niño o adolescente a madurar y a poder relacionarse mejor con sus pares.

            Sin embargo, cada niño o niña tendrá una manera diferente de relacionarse. Algunos serán el alma de la fiesta; otros tendrán solo algunos amigos cercanos, pero muchos conocidos; otros tendrán pocos amigos fuera de la familia, pero tendrán relaciones muy profundas con hermanos o primos; etc.  Lo que mas tenemos que practicar como adultos es nuestra paciencia y poder de observación. Es decir, no tener prisa porque nuestros hijos o hijas tengan una lista interminable de amistades, porque los inviten a todos y cada uno de los eventos sociales, porque sean los más populares del salón, del colegio o del vecindario. Paciencia para darles tiempo de que ellos mismos vayan descubriendo qué tipo de amigos quieren y a quienes quieren tener cerca. Paciencia para darles el espacio para que puedan llorar cuando una amistad se interrumpe o se termina. Observarlos para intervenir cuando sea necesario, ya sea con nuestro acompañamiento, consejos, acciones, o simplemente con un oído para escucharlos.

            Como en muchos otros aspectos, nuestros hijos e hijas idealmente nos voltean a ver para tomar notas y saber navegar el mundo. Modelar amistades y relaciones cálidas, sanas, amables, cariñosas, respetuosas con nuestros propios amigos, les dará una idea clara de cómo son los amigos que deberían querer tener. Celebremos las buenas amistades, hagámoslo notar tanto con nuestros amigos como con los de ellos. No importa si son uno o veinte. Sin duda, aquí la calidad es mas importante que la cantidad.

M.Ed. Ma Esther Cortés

Asesoría en Educación y Crianza /Facilitador Autorizado Instituto Neufeld/ Facilitador Registrado Curso de Círculo de Seguridad para Padres

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maecl3@gmail.com

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