BIENESTAR FAMILIAR

Es de sobra sabido que para llevar una vida sana es imprescindible hacer ejercicio. Sin embargo, tomando en cuenta las características de la vida cotidiana, logrando no siempre es posible, sobre todo si se realizan distintos tipos de disciplinas deportivas. Una de las alternativas más sanas consiste en caminar.

Esta actividad, además de proporcionar un sinfín de ventajas para la salud, es un tipo de ejercicio accesible para todas las personas independientemente de su edad, sexo o situación socioeconómica. Además, puede realizarse en familia, fomentando así una sana convivencia y la formación de hábitos en pro de la salud.

Se ha demostrado que, si una persona desde pequeña se acostumbra a caminar media hora a un ritmo constante, aunque sea solamente seis veces al mes, prolonga sustancialmente su esperanza y calidad de vida. Para probarlo, un grupo de la Universidad de Helsinki, en Finlandia realizó un estudio en gemelos durante un lapso de casi veinte años. Durante este tiempo el grupo de personas acostumbradas a caminar presentaron una menor incidencia de enfermedades y fallecimientos en oposición al grupo de sus gemelos sedentarios.

Es por eso que, desde pequeños, debemos fomentar en los niños el hábito de caminar, recordando que cada paso que den será rumbo a una mayor calidad de vida.