La tierra ha completado una vuelta más alrededor del sol y nosotros, sus habitantes aprovechamos la ocasión para elaborar una serie de propósitos inalcanzables que, aunque tienen la intención genuina de ser cumplidos, hemos venido repitiendo a lo largo de los años con la esperanza de que alguna vez se puedan llevar a cabo.
Tal vez en esta ocasión, debiéramos hacer un serio intento por cumplir un propósito específico: plantearnos metas asequibles que sean acordes a nuestra realidad y ser congruentes con ellas. Un logro pequeño lleva a logros más importantes, pero hay que empezar poco a poco.
Es imposible comerse el mundo en un solo bocado. En lugar de pretender una bella silueta, y desanimarse a los tres días de comer ensalada de lechuga sin sal, se podría uno hacer a la idea de perder un kilo en el transcurso de un mes sin matarse de hambre y llevando una dieta más saludable; o bien acostarse media hora antes para poder llegar más temprano a la escuela al día siguiente, en lugar de ir atropellando a personas indefensas para ganarle la carrera a la campana.
En fin, hay muchas cosas pequeñas que se pueden lograr con un poquito de paciencia y constancia para conseguir que al menos, antes de que termine el año, algunos de los propósitos que nos hemos hecho a lo largo de las décadas se vean cumplidos. ¿No les parece?
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