SIMPLEMENTE LOS ABUELOS

Después de haber estado un poco callada durante la tarde, la sonrisa de mi hija Lucía se iluminó de pronto. Se levantó como resorte y corrió hacia la puerta gritando de felicidad. De inmediato supe lo que pasaba: cuando un niño reacciona así hay un abuelo cerca.

No hay duda, la palabra abuelo envuelve una magia muy especial. El simple hecho de pronunciarla nos transporta a tiempos remotos y muy queridos, nos despierta sensaciones de amor, de seguridad y olores a chocolate y caramelos ¿Qué harían los niños sin esos maravillosos seres llenos de ternura y paciencia que han olvidado cómo regañar y que poco se acuerdan de la palabra NO?

Yo recuerdo que una de mis mayores dichas era oír a mi madre anunciar que el fin de semana lo pasaríamos en la casa de los abuelos. Esto significaba un sinfín de aventuras, desde ir a comprar al mercado juguetes de plástico, hasta sentarnos boquiabiertos escuchando los relatos de su vida. A veces nos contaban las travesuras que hacían mi mamá y mis tíos. ¡Cómo, mi mamá había sido traviesa un día? ¿Había sido capaz de hacer las cosas que hoy le molestan? ¡Qué padre! Si ella, que para mí era perfecta, había sido como yo, ¡algún día yo podré ser como ella!

Afortunadamente, los abuelos nunca pasan de moda, y la misma felicidad que nos comunicaron de niños, es la que ahora nuestros padres les proporcionan a nuestros hijos. Quizás esto se deba a que los abuelos y los niños son dos generaciones que, aunque estén separadas por los años, permanecen muy unidas en otros sentidos. Junto con los años se encuentran muchas características del mundo infantil matizadas, claro está, por la experiencia y sabiduría que da la vida. La capacidad de maravillarse ante el mundo es tal vez la que más comparten ambas generaciones.

Para un niño, descubrir el universo que lo rodea, con la ayuda de sus abuelos puede convertirse en una experiencia inolvidable; para estos últimos, una dicha y una paz que alimentará su vejez y para los padres una tranquilidad en nuestra agitada vida, así como un puente de comunicación en nuestra vida.