Una de las palabras prohibidas principalmente para los niños es la palabra inyección. En el momento en el que un pequeño se entera de que va a ser vacunado o que alguna aguja va a ser introducida en su piel, el terror lo hace presa con justificada razón. No obstante, un grupo de científicos preocupados por el bienestar de millones de niños alrededor del mundo ha diseñado dos técnicas diferentes para vacunar a los pequeños sin necesidad de usar las temidas jeringas. Una técnica que podrá usarse para administrar las vacunas contra la difteria, el cólera y el tétanos consiste en hacer penetrar por vía cutánea los antígenos que se encuentran en las vacunas, al parecer esto es posible gracias al grupo de células inmunitarias que existen en la piel.
La segunda técnica consiste en inyectar los antígenos en la piel a través de un aparato llamado PowerJect que introduce las sustancias a una velocidad supersónica que no provoca ningún tipo de malestar o dolor. El algunos años, los niños acudirán gustosos al pediatra sin ningún temor y con una sonrisa en los labios.
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