Uno de los deportes más populares del mundo entero es el fútbol. Es raro el niño que no se siente atraído por este maravilloso juego. Tal vez sea por la inclinación natural que tienen los chiquitos a patear y jugar con pelotas, por el hecho de que es una actividad que apasiona a los adultos que lo rodean, o quizá por la enorme difusión que tiene a través de los medios de comunicación; el caso es que casi ningún chiquitín escapa a la magia cautivadora de este deporte completo que además de ser divertido ofrece grandes beneficios a los pequeños que lo practican. Para empezar, es un complemento importante del estudio ya que permite desarrollar habilidades necesarias para el aprendizaje como la coordinación psicomotora, la atención y concentración, la capacidad para planear y anticipar, etc. Por otro lado, también permite aumentar la velocidad, la fuerza, la elasticidad y al ser un deporte colectivo fomenta la unión, el trabajo de equipo, el control de impulsos, en resumen: la socialización.
Por si estas ventajas fueran pocas, el fútbol es un deporte que no requiere forzosamente de instalaciones especiales ni de equipo sofisticado, bastan unos “shorts” o pants, cualquier playera y una pelota. Puede ser practicado por niños muy pequeños (desde los tres años) y aunque antes era considerado como un deporte eminentemente masculino, su popularidad y nobleza han hecho que cada vez haya más ligas femeniles con excelentes resultados.
Lo que resulta importante es saber cómo escoger el material o equipo que el niño debe utilizar en el juego de acuerdo con su edad. Por ejemplo, si el niño es menor de seis años, no debe jugar con un balón de cuero sino con una pelota de hule debido a que la pelota debe ser proporcional a la fuerza del pequeño. Una vez que el chiquito puede manejar el balón, es necesario escoger el diámetro adecuado que irá aumentando, al igual que la dureza del material, de acuerdo a la edad cronológica y fuerza del pequeño. Es necesario saber también que los expertos en fútbol no recomiendan que los niños menores de 10 años usen “tacos” o zapatos especiales porque la planta del pie, aún en formación, puede sufrir lesiones cuya repercusión puede afectar a la columna vertebral.
Siguiendo estos consejos básicos se reducirá el riesgo de lesiones al mínimo de manera que el niño pueda gozar de toda la diversión y beneficios que le brinda este emocionante deporte.
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