Siempre hay algo que usted desearía que su hijo hiciera. Tal vez se trata de una cosa pequeña como no dejar tirada la ropa por toda la casa, o quizás algo más importante como tener una forma diferente de ser. Para mí, ese algo son las palabras que me gustaría escuchar de los labios de mis hijos: no pido escucharlas todo el tiempo, ni siquiera exijo que sea con frecuencia; con que las pronunciaran alguna vez sería suficiente. He aquí la lista de algunas de las frases más esperadas que deseo escuchar, aunque sea una vez en la vida:
- Eres ejemplar
- No te preocupes, a ninguno de mis amigos les dan permiso tampoco…
- Pásame las verduras.
- ¿Y mi beso?
- No gracias, es demasiado caro.
- Mi hora de dormir es más tarde que la de los demás
- ¿Sabes qué? Eres una persona estupenda
- Se te olvidó darme una servilleta
- Tú descansa, yo lo hago.
- No quiero aprender a manejar nunca.
- ¡Shhh! Papá está durmiendo.
- ¿Aburrido yo? ¡Eso es imposible!
- Fue mi culpa. Yo empecé el pleito.
- ¿En qué ayudo?
- Ahorita vengo, voy a tender mi cama.
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