Como todos sabemos, los carbohidratos son una de las fuentes de energía más importante para el cuerpo, sobre todo para los pequeños. Por lo tanto, son indispensables en una dieta saludable. Existen dos formas principales de carbohidratos: Los carbohidratos simples, incluidas la fructosa, la glucosa y la lactosa; y carbohidratos complejos, presentes en ciertos alimentos, como las verduras, los cereales integrales, el arroz, los panes y los cereales.
A veces simplemente creemos que debemos quitar por completo los carbohidratos de nuestra dieta, pero no siempre es así, lo importante es hacer buenas elecciones de ellos. Los especialistas si recomiendan comer granos, pero que al menos la mitad de ellos, contengan carbohidratos complejos, como el arroz integral, la avena y los cereales integrales.
Las dietas ricas en granos integrales ofrecen protección contra la diabetes y la enfermedad cardíaca. Los carbohidratos complejos se descomponen más lentamente en el cuerpo. Los granos integrales le dan al organismo más elementos para descomponer y, por lo tanto, la digestión es más lenta.
También tienen un alto contenido de fibras, lo cual producen saciedad y, por tanto, previenen que comamos en exceso. Además, cuando se los combina con abundante líquido, ayudan a mover los alimentos a través del aparato digestivo para prevenir el estreñimiento y tener una excelente digestión.
Por último, sabemos que los carbohidratos proporcionan vitaminas y minerales y que los granos enteros contienen importantes vitaminas y minerales, como vitamina B, magnesio y hierro, es por ello que no hay que eliminarlos de nuestra dieta.
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