A pesar de que en nuestra sociedad no está muy bien visto que una persona irrumpa en lágrimas, el llanto es uno de los mecanismos más saludables que tiene nuestro cuerpo. A través de él tenemos la oportunidad de desahogar una gran parte de nuestros sentimientos y frustraciones y de disminuir el grado de tensión que arrastramos todos los días.
Actualmente se sabe, gracias a numerosas investigaciones, que las personas que recurren al llanto frecuentemente sufren menos enfermedades ligadas con el estrés y conservan una mejor salud mental. Además, viven en general una mayor cantidad de años. Esto se ve claramente reflejado en los diferentes períodos de vida de los hombres y las mujeres.
Es un hecho que éstas derrochan una cantidad significativamente mayor de lágrimas que los hombres, lo cual no se debe a que sufran más o tengan más tensiones, sino a la simple razón de que la sociedad es mucho más permisiva en este sentido, con los miembros del sexo femenino. En tanto que, está muy mal visto que un hombre llore. Ojalá, desde ahora pudiéramos cambiar este prejuicio que además de ser equivocado es muy nocivo. Aprender a llorar tal vez pueda ser la clave para una vida más larga y plena.
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