Aunque sus nombres se oyen en todas partes y los vemos simbolizados por corazones y cupidos, el amor y la amistad son dos de los sentimientos más difíciles de explicar y más afortunados de experimentar. Sin embargo, con las presiones de la vida cotidiana, los problemas que se presentan en abundancia y el poco tiempo disponible, a veces les restamos importancia y los dejamos para una mejor ocasión. El ir al super, supervisar la escuela de los niños, elaborar la comida y pelearse la tarde entera para que los chiquitos cumplan con sus deberes o estar metido todo el día en el trabajo, le dejan a cualquiera, pocas ganas de acordarse de que existen el amor y la amistad, en algún lugar del mundo.
No obstante, son tan importantes como el descanso y el trabajo, el ejercicio y el alimento, ya que estos nobles sentimientos nutren la mente y el alma y son los motores que nos permiten seguir adelante y tener ilusiones y esperanzas.
Aunque a veces parezcan algo lejanos, conviene desenterrarlos de vez en cuando, vestirse con ellos y mirar al mundo desde una perspectiva más colorida. Y que mejor oportunidad de hacerlo que este 14 de febrero.
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