La memoria parece ser intangible y difícil de capturar, pero no para los científicos de Inglaterra. Ellos lograron trasplantar exitosamente la memoria de abejas adultas a abejas en estado embrionario que justo después del nacimiento comenzaron a tener conductas propias de abejas más experimentadas. Los investigadores extrajeron proteínas y moléculas del cerebro de abejas que habían aprendido las rutas de regreso a su panal. Posteriormente inyectaron estas sustancias a las abejas en desarrollo a través de una jeringa extremadamente delgada con la que hicieron un hoyo microscópico a través de la cera que protege a los embriones dentro del panal. Los resultados preliminares de la investigación mostraron que las abejas trasplantadas lograban encontrar el camino de regreso a casa a pesar de que las pusieran a una distancia de casi dos kilómetros.
Dichos resultados son sorprendentes. Por un lado, las abejas recién nacidas no se aventuran fuera del panal. No obstante, una vez que lo hacen tardan algún tiempo para poderse familiarizar con sus alrededores tomando referencia tales como el color de las plantas, antes de encontrar el camino de regreso al panal. Por otro lado, los investigadores también descubrieron que las abejas del experimento adoptaban actividades propias de abejas adultas como salir a buscar comida para otras abejas de su comunidad. Estos datos son realmente sorprendentes.
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