Una duda que surge frecuentemente en los padres tiene que ver con la decisión de comprar o adoptar una mascota puesto que existe el temor de que ésta pueda ser perjudicial para la salud de los niños. Aunque es cierto que los animales son portadores de ciertas enfermedades y bacterias, el riesgo de contagio y transmisión puede reducirse a un mínimo si se tienen las precauciones higiénicas necesarias y un adecuado control por parte del médico veterinario.
Según los científicos, los beneficios de tener mascotas superan por mucho los aspectos negativos. Para un niño, la presencia de un animalito lo ayuda a no sentirse solo y a canalizar sus tensiones. Se ha comprobado que es una buena terapia para combatir el estrés infantil. Por otro lado, en cuanto a los adultos se refiere, la compañía de un animal puede ayudar a prolongar la vida de personas que han sufrido alguna enfermedad seria, ya que la actividad que supone cuidar a una mascota contribuye a bajar la presión arterial, a incrementar los periodos del ejercicio, combate la depresión y permite mantener ocupado a su dueño alejándolo un poco de sus problemas personales.
Para que los beneficios sean óptimos es necesario saber escoger a la mascota ideal y para ello se deben tomar en cuenta algunos factores como el gusto personal, el espacio con que necesita el animal y las instalaciones y facilidades que podemos proporcionarles, así como el tiempo que hay que dedicarles.
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