Durante los últimos dos años, tanto el panorama de los colegios y de los padres, así como el de los alumnos cambió totalmente debido a la pandemia; por lo mismo, las actividades lúdicas o extraescolares fueron sacrificadas. Reunirse entre personas es un riesgo latente no sólo en México, sino en muchos lugares del mundo.
La mayoría de los clubes deportivos estuvieron cerrados o no tenían la capacidad para recibir a niños que buscaban una opción alterna, y lo mismo sucedió con las clases artísticas o recreativas como teatro, robótica, taekwondo, baile y otros que permanecieron sin servicio al público.
Las actividades extraescolares deben considerarse como una forma de ocio para que los niños pasen su tiempo libre, es una alternativa para que encuentren una actividad que les guste y que se convierta en un hobby.
Este tipo de labores ayudan además a que los estudiantes mejoren sus conocimientos y adquieran habilidades, e incluso aprendan a socializar, trabajar en equipo y desarrollar amistades con otros niños de su edad.
Es momento de recuperar las clases extra-escolares que por la crisis sanitaria quedaron suspendidas. Ahora los colegios han regresado, así como las actividades presenciales y/o híbridas.
La importancia de esta parte de la educación de los niños radica en ayudar a mejorar la disciplina, el autoconocimiento, la motivación, la salud física y emocional; lo ideal es que los pequeños lo elijan la actividad que les gusta.
El ajedrez, robótica o la creación de piezas artísticas pueden ser una gran opción como parte de su ocio y que les motive su área creativa.
La siguiente guía puede servir a los padres sobre lo que ofrecen los distintos colegios y qué temas pueden funcionar de acuerdo a la personalidad de sus pequeños:
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