LOS PELIGROS DEL INTERNET

Cada vez que alguien se conecta a internet, deja a su paso pequeños rastros de información sobre su identidad, ya sea intencionalmente o de manera accidental.  Los sitios web y las compañías que los patrocinan se han convertido en verdaderos adeptos a recolectar estas pequeñas pistas de información, por ejemplo, direcciones de correo electrónico, el nombre y apellido de una persona, su teléfono, dirección o cualquier otro dato que pueda recrear la identidad digital. Este muestreo electrónico puede conducir a un número creciente de mensajes publicitarios y molestos e incluso, más peligrosamente, al robo de la identidad de una persona. Esta amenaza es real.

A medida que la red se ha utilizado para incluir datos personales más delicados como estados financieros o médicos, se ha hecho también más importante contar con métodos más eficaces y agresivos para proteger la identidad. Las principales compañías de Internet se están dando a la tarea de crear sistemas más complejos para la protección de los usuarios a través del empleo de códigos personales más estrictos. Esto implica, sin embargo, que la actividad que una persona realice en la red se rastree más fácilmente.

Lo mejor, como siempre es la prevención. Estar muy atento al tipo de información que se teclea cada vez que se abre el acceso a la red resulta fundamental. Hay que evitar lo más posible incluir datos personales, especialmente todos los relativos al aspecto financiero y tener mucho cuidado para evitar que un buen día una desagradable sorpresa aparezca en nuestras pantallas.