Siempre y cuando sean alimentos nutritivos y saludables como son las frutas y las verduras. Por ello, tenemos el pretexto perfecto para llevar una dieta equilibrada todos los días, además de que éstos forman parte de una de las cinco comidas diarias que se recomiendan realizar.
Cuando nuestros hijos sientan hambre entre comidas, es el momento idóneo para que se lleven algo ligero, pero nutritivo a la boca, como puede ser palitos de apio, manzana, pera, jícama, zanahoria o pepino; acompañados de algún pequeño aderezo como limón o miel.
Nosotros como padres debemos estar pendientes de que los alimentos que consumen nuestros hijos sean variados y nutritivos; y preparar pequeños contenedores en el refrigerador con los bocadillos que los pequeños puedan tener a la mano.
Algunas sugerencias de bocadillos muy fáciles de preparar:
- Mantenga un recipiente con fruta en rebanadas o en pequeños trozos en el refrigerador.
- Otro contenedor con verduras crudas, como tomates cherries, ramitos de brócoli y bastones de zanahoria, apio y jícama.
- Huevos duros.
- Cuadros de queso panela.
- Bolsitas pequeñas de palomitas de maíz sin mantequilla, sin sal o con muy poca.
- Tener en el congelador paletas pequeñas de fruta natural, preparadas en casa.
- Contar con pequeños vasos con leche descremada o baja en grasa, así como jugos de fruta natural, mismos que los niños puedan tomar del refrigerador sin problema alguna.
Por último, para que los bocadillos sean aún más del gusto de los niños, se pueden preparar con su ayuda y de esta manera se sentirán parte de esta pequeña, pero importante actividad nutritiva.
